REVIEW: Lady Gaga y Tony Bennett desafían a la edad en el deslumbrante show en el Hollywood Bowl
El sitio "ET", conocido canal norteamericano, publicó una review de
uno de los shows que Lady Gaga y Tony Bennett hicieron en el Hollywood
Ball el fin de semana. En general, los críticos del sitio elogiaron
bastante al concierto.
Confirma la traducción:
Paul
McCartney y Michael Jackson, Jay Z y Linkin Park, Taylor Swift y
Kendrick Lamar - combinaciones poco comunes en la música a través de los
años que nunca te esperabas que trabajasen juntos, pero lo hicieron de
una manera que dejaron impresionados a todos.
Lady Gaga y Tony
Bennett probaron exactamente esto durante su performance deslumbrante en
el Hollywood Bowl, el sábado. Los iconos de la música zapateaban al
ritmo de una colección de standards de jazz, muchos salidos de su álbum
ganador del Grammy, Cheek to Cheek, lo que parece una experiencia única
en la vida, salida directamente de la era de oro de Hollywood.
El
Hollywood Bowl fue completamente transportado a aquella era pasada y el
público estaba especialmente encantado con los dos artistas, que,
juntos, vendieron más de 78 millones de discos y ganaron 24 Grammy
Awards.
La diferencia de casi 60 años, entre Gaga y Bennett fue, en una palabra, atemporal.
“Esto es un sueño para mi, esta noche” dice ella a la platea rellena. “Gracias por estar acá conmigo hoy, Tony”.
Lady Gaga, de 29 años, volvió a sus raíces y apareció como una poderosa
cantante de jazz. La popstar parece y suena como si hubiese nacido para
presentarse con el American Songbook, abandonando las acrobacias pop
por performances clásicas y melódicas como “Nature Boy” y “Bang Bang”.
Como era de esperarse, la cantante preparó un verdadero espectáculo con
sus trajes parar el show - todos con lantejuelas, todos fabulosos,
todos muy Gaga -, que fueron recibidos con fuertes aplausos cada vez que
ella subía al palco.
Gaga desempeño bien su papel de compañera
de Tony, como si ese papel fuese solo la más nueva encarnación de las
muchas personas que ella tiene dentro como su alter-ego masculino "Jo
Calderone" o su Afrodita de biquini de concha, “Venus”. Es un papel que
ella desempeña tan bien que ustedes olvidarán a la Gaga del disco stick,
de la llegada en un huevo o del vestido de carne.
En su turno,
Tony Bennett, 88, realmente robó el show. El hombre es un tesoro
nacional cuya carrera se extiende por más de 3 décadas.
El salió
cantando versiones elaboradas de “The Good Life” y “I Lost My Heart At
San Francisco”, y cada nota alta de la leyenda del jazz fue recibida con
aplausos entusiasmados del público.
Tal vez lo más inesperado
haya sido las bromas de Bennett con la platea. “Vayan a comprar el álbum
(Cheek to Cheek), porque ella precisa dinero” bromeó refiriéndose a
Gaga, que el llama cariñosamente "Lady”.
"Mi discográfica dice
‘vos sólo estás cantando músicas bellas’”, completó. “Porque ellas son
mejores que las nuevas”. Touché Bennett.
Vocalmente, la dupla
brilló más en las performances solo que juntos. La química de ellos es
innegable y fue la verdadera mágica del show.
Ustedes saben que
no se trata de un golpe de publicidad o que alguno de los artistas
"precisa dinero”. La colaboración de Gaga y Bennett nació de una genuina
amistad y pasión por el jazz.
Estos son artistas de verdad.